lunes, 6 de julio de 2015

QUE LAS VACACIONES NO "ATASQUE" TU INTESTINO


Foto: El Rincón de tu Salud

¡Qúe bien nos sienta estar de vacaciones! ¿verdad?
De repente, como por arte de magia han desaparecido el despertador, el desayuno a las 7 de la mañana las prisas, el reloj, la agenda, el móvil (ese aparato al que el botón de "mute" se le borró hace como mil años), la oficina, el tentempié ligero de las 11, el cocinar, la NO SIESTA, el café de la tarde, la ofi de nuevo, el gimnasio, la compra de la semana o del mes con la lista exahustiva para no salirnos de ella y así no perder tiempo en divagar...no sigo.

El cambiar la oficina por una playa preciosa, un entorno rural o una ciudad en ebullición dispuesta a que le saquemos todo el jugo tiene todo de positivo, pero cuando pasan unos días...nuestro segundo cerebro nos empieza a decir que algo no funciona bien. Que lo teníamos acostumbrado a unas normas, unas comidas, unos horarios que de repente, sin comérselo ni bebérselo, ¡los cambiamos! ¡las obviamos! y no solo eso, sino que al cambiarnos nuestro aseo, va, y encima nos ponemos melodramáticos y nada, que no hay manera, ¡que como en el baño de uno en ningún lado!.Y claro...aparece nuestro enemigo los  "ATASCOS", que en verano no son de carretera, sino los de nuestro INTESTINO.

¿MOTIVOS? miles, infinitos.Madrugamos menos, no bebemos la misma cantidad de agua, no tomamos la misma cantidad de fruta y verduras, nos hemos olvidado del gimnasio, comemos de una manera más reposada para seguir reposando en la siesta. En definitiva, el aparato digestivo se adapta a todos estos cambios, pero se vuelve más lento.

Lo más curioso de todo esto es que este hecho se repite en toda la familia, e incluso en todo el grupo si viajamos en compañía. Pues todos seguimos el mismo ritmo de vida. Por ello, la solución parte de hacerla también en grupo, así nos será más fácil llevarla a cabo. Y basta con seguir 4 normas básicas:

Alimentación
  1.- Respetar al máximo el horario de las comidas.
  2.- Incluir en el menú verduras y hortalizas todos los días.
  3.- Las meriendas y desayunos que sean abundantes en frutas y cereales.
  4.- Abusar de yogures y lácteos fermentados.
  5.- Perfumar los platos con aceite de oliva.
  6.-Tener a mano algún fruto seco para el rato muerto.
  7.- Cuando comamos fuera de casa siempre es mejor elegir alimentos a la plancha y cocinados al vapor que rebozados o estufados.
  8.- Evitar refrescos y bebidas azucaradas, así como productos industriales.
  9.- Llevar una dieta lo más parecida a la que hacíamos en casa.


Hidratación
  1.- El consumo de aguna no debe de verse limitado, todo lo contrario, con el calor debemos aumentarlo de 1 Litro y medio a 2 Litros. 
  2.- Siempre que podamos, acompañar nuestras comida entre horas de zumos de frutas, nada de refrescos que no sólo no hidratan sino que además aportan calorías y producen gases. 
  3.- Cuando tengamos reisgo de deshidratación, golpe de calor, bajada de tensión o cualquier situación relacionada con las altas temperaturas recurriremos a  bebidas deportivas; reponen los minerales que hemos perdido por el sudor y tienen la cantidad necesaria de glucosa que el organismo necesita y sin producir gases.

Ejercicio físico
 Ya sé que hemos estado todo el invierno sudando para poder lucir palmito este verano, pero ese esfuerzo no solo se ve recompensado con este tipín que se nos ha quedado, sino que nuestro sistema digestivo se ha visto enriquecido de ello. Aunque sea por él y ese "MANTENIMIENTO" que tanto nos cuesta; vamos a seguir con alguna rutina estas vacaciones...Un paseíto de media hora todos los días, el ir a los recados andando en vez de en coche, pequeños detalles que sin costarnos mucho esfuerzo a la larga lo agradeceremos.


Constancia
  Aunque nos hayamos dejado en casa el reloj, el despertador y la agenda, el cuerpo necesita,
¡nos está pidiendo a gritos! esa rutina que llevábamos antes. Por ello es recomendable mantener un horario más o menos fijo a la hora de realizar las comidas y también de ir al baño.

 Si a pesar de todas estas medidas notamos hinchazón abdominal, dolores, gases y llevabos más de 4 o 5 días sin ir al baño es el momento de ir a la farmacia a por un laxante.

¿QUÉ LAXANTE DEBO EMPLEAR?
  El de primera elección sin duda son los supositorios de glicerina o los microenemas, por su efecto rápido y porque son los que menos efectos secundarios producen.
  Si vamos a estar de vacaciones una temporada larga y tenemos tendencia al estreñimiento podríamos comentarle al médico la opción de usar un laxante a base de plantago ovata  o lactulosa.
  Como última opción están los laxantes que llamo yo "de rescate" y son los que podemos encontrar en la farmacia sin necesidad de receta média. Muchos estás compuestos a base de hojas de sen, frángula, cáscara sagrada o bisacodilo. Con estos últimos hay que tenetr especial cuidado porque el aumento del peristaltismo intestinal que provocan puede resultar doloroso y porque con un uso continuado provocan dependencia. Es decir, JAMÁS debemos recurrir a este tipo de tratamientos como primera instancia y nunca hacerlo más de tres días seguidos.

MI RECOMENDACIÓN
  Que al igual que planificas tu viaje de vacaciones, la ropa, la maleta, los documentos, y demás. Que planifiques también tu reloj interior. Con los PROBIÓTICOS como expliqué aquí puedes evitar el estreñimiento. Basta con tomar una dosis de probiótico todos los días desde 15 días antes de las vacaciones. Así el intestino no notará tanto el cambio en la alimentación ni en el ritmo de vida y podremos disfrutar de las vacaciones como realmente nos merecemos.  
Foto: El Rincón de tu Salud
 



 


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